¿Nuevas tecnologías para educar mejor?



La maravillosa pantalla táctil se esta convirtiendo en el juguete preferido para muchos niños pequeños. Acabo de ver el famoso video de la niña que intenta interactuar con una revista, poniendo sus deditos en la pagina esperando que pase algo al moverlos y no. No pasa nada. Claro, es una revista pero por ella simplemente es un “Ipad que no funciona”y que no llega a satisfacer su curiosidad.

La creciente pasión de los niños por los iPads, iPhones y aparatos con pantallas táctiles similares, plantea muchas preguntas para los padres y ahora también para quien trabaja con niños, ya que estamos hablado de nuevas tecnologías para educar mejor.


Curioso que en una semana, exactamente el 2 de noviembre, salga a la venta el “hermano” menor del Ipad: el Mini Ipad (más pequeño y económico), pensado por Mac para conseguir una mayor presencia dentro del mundo educativo.

Son varios los expertos que abogan por las bondades que pueden ofrecer las nuevas tecnologías en educación, siempre que se usen adecuadamente.

“La tecnología por sí misma no es la solución”, indica Richard Gerver a ELMUNDO.ES. “Primero, hay que cambiar la forma de pensar, perder el miedo a transformarse para poder aprovechar sus beneficios”, añade este experto británico, considerado uno de los principales pensadores sobre educación de todo el mundo.”Ninguna herramienta es la clave sino el uso que hagas de ésta”. “Hay que apostar por una educación más activa y más interactiva”, matiza.

Conscientes de que haya que fomentar un uso inteligente de la tecnología, los expertos no dudan en destacar los potenciales beneficios educativos de los dispositivos de última generación.

Las tabletas por ejemplo son eficaces porque encajan con la mayor dinamicidad del aprendizaje y, sobre todo, porque resultan atractivas y divertidas. Una aplicación bien diseñada para el iPad es más atractiva porque usualmente el lugar de la pantalla que el niño toca es donde ocurre la acción.

Si el futuro educativo parece seguir esta onda, que opinan pero los investigadores (neurocientíficos) que estudian los efectos de esta revolución?

Muchos investigadores esperan que esto ayude a los niños a aprender. Sin embargo la tableta de Apple salió al mercado hace apenas dos años y las investigaciones sobre sus efectos en el desarrollo infantil tomarían entre tres y cinco años. En conclusión: no hay investigación formal acabada que nos indique que estamos siguiendo el buen camino.

Lo que sabemos es que muchas aplicaciones infantiles están diseñadas para estimular la activación de dopamina, el químico del cerebro usualmente asociado al placer, lo que los anima a seguir jugando.

Todo entonces es cuestión de buen sentido: Algunos padres comparten sin problema sus tabletas con sus hijos. Otros no o recurren a ellas como última instancia para entretener y apaciguar a sus hijos durante viajes o en momentos puntuales. La preocupación más grande para ellos es que las tabletas hagan a sus niños más sedentarios y menos sociables. Es verdad que un niño sumergido profundamente en una aplicación cae como en trance, se esta concentrando, diríamos, así como se concentra cuando juega con los legos.

Hay una leve diferencia, diría yo: el niño decide cuándo termina de armar una torre de bloques; en un iPad, es la aplicación la que determina cuándo se ha completado la tarea de manera correcta.

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