Psicomotricidad y cuentos de hadas se encuentran


El “SAKU TAKU NO-KI", ideograma japones,  es el momento en el cual la gallina i el pollito golpean  con el pico el interior y el exterior de la cáscara de un huevo, tocando el mismo punto y fragmentándolo.

Esta imagen muy sugestiva, que nos presenta la escritora americana Jane Yolen, se adapta perfectamente a mi idea sobre la  psicomotricidad y, al mismo tiempo, a lo que ocurre durante la lectura de un cuento de hadas.
Hablamos de encuentros.



La idea de los cuentos de hadas como instrumento y complemento de una dinámica psicomotriz nace de una investigación que hice sobre la modalidad más adecuadas para  introducir los niños a la dimensión simbólica del juego con naturalidad y ligereza.

Hay un pasaje subterráneo que une el cuerpo al cuento de hadas: el significado simbólico.
Algunas pistas para entender este paralelismo:
  • el cuento es importante por su  verdad psicológica, donde vienen expuestos en forma simbólica  fenómenos psicológicos internos ( Bruno Bettelheim: " El mundo encantado, psicoanalisi de los cuentos de hadas", 1976)
  •  el cuento contiene el pensamiento animista del niño según el cual no se trata tan sólo de manipular juguetes, sino de usarlos en un "como si".
En muchos trabajos de psicomotricidad que he tenido la oportunidad de observar, se iba realizando esta operación: los cuentos venían revividos y jugados, con el resultado de  una perfecta  e inmediata sinergia entre pensamiento animista y juego.

Como en los cuentos, la sesión de psicomotricidad es un hecho aislado y exclusivo, mágico porqué los objetos simbólicos y los juegos que nacen en manera espontánea tienen una resonancia directa con las emociones y lo experimentado por los participantes.
El acento recae en la resolución de la situación problemática, que en psicomotricidad viene animada, ya que el juego psicomotriz ofrece un lugar y unos recursos para hacerlo.
La  gran tarea de una dinámica psicomotriz  es crear, ante todo, un LUGAR ESPECIAL, donde el niño pueda sentirse libre de encontrar nuevos lenguajes  y objetos fantásticos con los cuales interactuar.
Podría decir que todo lo que se juega y se imagina en psicomotricidad, en realidad pasa de verdad, porqué  es acción y  experiencia directa. Por eso hablamos de aprendizaje a nivel corpóreo ( J. Piaget : “ no tenemos  aprendizaje si el niño no es autor de su propio desarrollo actuando”).
La psicomotricidad no es que la posta en escena de cuentos en los cuales los niños  hablan de su propia historia y aventura.
Tomo da D. Winnicot (autor de un pilar fundamental para todas ciencias de la educación :“ Realidad y Juego, 1971”) la definición de "creación de un espacio" como tarea pedagógica , para hablar de psicomotricidad.
Crear un espacio dentro el cual el niño tenga su tiempo y la posibilidad de llegar por el mismo a la solución de los problemas en un ambiente protegido donde pueda actuar es la tarea del psicomotricista.
Para retomar la imagen inicial de la cascara de huevo, creo que esta misma tarea podría resumirse así: provocar un encuentro entre el niño,  la sala y la dimensión simbólica como posibilidad de construir una modalidad sobre la cual jugar y avanzar con las propias historias.
El cuento llega a ser un instrumento en las manos de los niños y por ellos gestionado.
La actividad de cuenta-cuentos realizada al principio, sirve a introducir  los niños al espacio
simbólico  como si fuera un amuleto verbal para poder después  inventar juegos personales.



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