Alfombras de juego para bebés?


Hace poco una mamá me hizo una consulta:
"Recomiendas las alfombras de juego para bebés?". Su hija  tiene casi 5 meses.
No, fue mi contesta. Creo que es un elemento muy sobrevalorado, un recurso  para la estimulación temprana totalmente equivocado y que en muchos casos puede hasta ser prejudicial.

Me refiero en primer lugar a las mantitas que se utilizan los primeros meses. Las de colores hipervivos, con aplicaciones de todo tipo ( la mayoría sintéticas), que llegan a su máximo esplendor cuando tienen incorporado un sistema móvil por el cual las definen como "un gimnasio de actividad". Vaya...que frustración para el pobre bebé, limitado a mirar siempre arriba, intentando coger a los objetos demasiados  altos para el!

Muchas familias optan también por otro producto, es el caso de esta mami: las alfombras que se montan como un puzzle. En teoría, pretendemos con eso amortiguar los golpes, pero en realidad es que ellos no necesitan estas cosas porqué siempre deberían estar estirados en el suelo, donde es muy pero que muy difícil que se den golpes con la cabeza.

Cual es la alternativa pues si creemos que nuestro suelo en parqué sea demasiado "duro" ?
O en casa no tenemos parqué, por lo tanto el suelo está demasiado "frío"?






Una sencilla gran alfombra en fibra natural es más que beneficiosa, en mi opinión. No se mueve, transpira, no tiene colores demasiado insinuantes y sobre todo permite al bebé el máximo campo de visión posible y de movimiento.
Ya os he hablado de Emmi Pikler y su practica: poner el bebé tumbado en el suelo, ofreciéndole a su alcance los objetos. Estos son los verdaderos recursos que habría que utilizar para su estimulación, de los más sencillo como un pañuelo a los más definidos como los de la panera de los tesoros: un colador, una cuchara de madera...
Si es que todavía el bebé está boca arriba, esta situación le permitirá moverse hacia los lados y coger las cosas por si mismo; si ya está cómodo boca abajo y puede sostenerse con los brazos, fomentamos su autonomía de explorar su cuerpo, de desplazarse, raptar y poder llegar por su deseo a lo que le interesa y...finalmente, la autonomía de explorarlo y conocer todas sus propiedades trascendentales.

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